Monday, January 08, 2007

Insomnio

Comúnmente no suelo cuestionar las cosas de mi pasado. Antes solía hacerlo, pero cuando pasas cierta edad te das cuenta que es mejor contar las victorias que las derrotas, o como dijo un amigo, “uno cuenta sólo las ganadas”. Pero el insomnio debe ser indicativo de algo. Y no creo que sea la Práctica lo que me tiene así; menos el no saber exactamente donde viviré el próximo año o lo mal que me pone no tener uno, siquiera para cuidar a la gente que quiero. No. Es que me estado preguntando si es correcto el seguir sintiendo “algo” por alguien que es supuestamente de tu pasado, muy atrás en él, y que supuestamente estaba “superada”. Al no encontrar respuesta y debido de igual forma a las enormes ojeras que me están quedando, decidí hablar con alguien imparcial, alguien que no estuviera relacionado al “tema” y que respondiera por mi algo que quedo pendiente en mis noches de ocio. Bueno, una amiga me dijo algo que me sonó como una respuesta , y es que esos sentimientos si fueron de verdad, no se van, sólo se quedan en ti, que se yo, en el corazón, bien guardados, con la consiguiente posibilidad de reaparecer en cualquier momento. Sobre todo si se ha hecho alarde acerca de cómo sin darte cuenta pareciera te los hubiesen “extirpado”. Pero, no conforme con la respuesta, seguí mi peregrinar, ahora eso sí, con más dudas que respuestas, y en mis conversaciones diarias con mi mejor amiga, aquella que me ha visto en todas las situaciones posibles, y en la misma forma yo a ella, me salió con algo que su novio le había dicho: “… y en realidad uno no deja de amar a alguien, sólo le deja de poner atención”. Que buena visión, y es que en el “insomnio” comenzó cuando la vi…

Despierto nuevamente y me veo aquí, frente al teclado, tratando de estrujar a esa porción de mi alma que da repuestas y que se hace presente a la forma de escritos. Una mente científica y obstinada, que busca la perfección, sólo genera interrogantes, así que no me ayudará mucho, ¿no creen? Bueno, durante el sueño recordé algo de la última conversación en Concepción, antes de volver, y a todo esto agradezco por el helado y por ser la primera en hablar con el pollito que estaba sentado frente a Arquitectura. Aún me acuerdo. Y es que siempre ella me dijo que aún babeaba por sus ex parejas, pero que ya no volvería con ellos. Esa primera vez quedé extrañado por el cómo se puede querer a alguien y al mismo tiempo no cuestionarse acerca de que pasaría si… Y nada, la explicación fue un “ya fue y no funcionó, se le guarda un profundo cariño a aquella persona y nada más”. Pero, como le ocurre a ella por el momento, no necesita de nadie. Yo no se si no necesito de nadie, pero sí creo que me debo algo y le debo algo a aquella persona. Aún siento que faltaron temas pendientes, mas ahora no me importa aquello de la coherencia pues soy un ser incoherente, ayer pude haber dicho superado, hoy no. De hecho, como dijo alguien por ahí, debería estar entre los derechos humanos el derecho a cambiar de opinión. Por último, esta bien tener dudas, de esas que queman y cortan, que me quitan el sueño, y que espero calmar pronto, o por lo menos, antes que me mate el insomnio.